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Directora del Hospital Nacional de Geriatría: Todas las áreas del hospital están colapsadas
Mientras el país enfrenta un aumento de la población adulta mayor, se incrementan las necesidades para atenderla, al tiempo que la infraestructura de salud sigue siendo la misma.
Un servicio de urgencias colapsado, insuficientes camas para atender la demanda, limitaciones de espacio, ausencia de rampas e infraestructura inadecuada en caso de necesitar evacuar a sus pacientes por incendio o terremotos es lo que enfrenta el Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología Dr. Blanco Cervantes, según explicó su directora Milena Bolaños Sánchez.
Como han referido diversas instituciones, demográficamente la población costarricense se encuentra en un proceso de envejecimiento. Proyecciones del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) muestran que dentro de 20 años la población superior a 65 años será el 17,6% del total nacional, cuando actualmente representa el 10%.
Si bien la vejez no es sinónimo de enfermedad, esta etapa está cada vez más sobrecargada por las enfermedades crónicas y las discapacidades, como lo ha explicado la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y estas a su vez se traducen generalmente en mayores costos de atención de salud y aumentan la carga de las familias que cuidan de sus familiares mayores.
Asi lo dio a conocer el Semanario Universidad este miércoles. En un recorrido realizado por dicho medio por diferentes pasillos del centro médico el pasado 28 de setiembre, comprobaron carencias de rampas, limitaciones de acceso en servicios sanitarios, poca privacidad entre los salones de hombres y mujeres, falta de condiciones para mantener pacientes aislados y limitaciones físicas en el servicio de emergencias, todo esto a pesar de los esfuerzos de las autoridades del hospital y de la Caja.
Así lo corroboran igualmente documentos de la CCSS que datan de 2013 y explican con criterios técnicos la urgencia de una nueva infraestructura para el hospital.
👉Fue construido en 1958:
El Hospital Nacional Antituberculoso fue ideado para atender exclusivamente a los enfermos de tuberculosis y abrió sus puertas en 1958, administrado por el Patronato Nacional Antituberculoso. Fue hasta 1976 que pasó a ser administrado por la Caja bajo el nombre Hospital Dr. Raúl Blanco Cervantes y en 1991 se le declaró oficialmente Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología.
Este es el edificio más antiguo, donde está el servicio de urgencias, el área de hospitalización y las oficinas administrativas. No cuenta con rampas ni salidas de emergencia.
Por otra parte, en 2009 se construyó la nueva torre: El edificio de Servicios Integrales Generales Ambulatorios (SIGA), donde está consulta externa, hospital de día y farmacia.
👉Sin rampas ni salidas de emergencia:
En entrevista con UNIVERSIDAD, la directora del hospital, Milena Bolaños, explicó las principales limitaciones y necesidades que tienen en cuanto a infraestructura. La jerarca señaló que todas las áreas están “colapsadas”.
-Primero, la mayor preocupación es el servicio de urgencias que solo puede atender de 7 de la mañana a 4 de la tarde, de lunes a viernes. La capacidad real es de 40 personas al día; pero reciben en promedio 100 al día, aunque el lunes 18 de setiembre —después del fin de semana largo— recibieron 170.
“Eso nos limita muchísimo porque, desde el punto de vista de urgencias, la demanda es creciente. Cada año tenemos 3.000 o 4.000 consultas más en urgencia. Y no solamente aumenta la demanda, sino que el espacio físico es el mismo. Hay momentos en los cuales el servicio, por sus limitaciones de infraestructura, está totalmente colapsado, no tenemos camillas, ni sillitas de ruedas para poder tener a los pacientes mientras terminamos las atenciones”, detalló.
También, carecen de un servicio de observación para tener un paciente de un día para otro. Entonces, los pacientes tienen que quedar definidos: o se trasladan o se internan o se van para la casa, aclaró Bolaños.
-Segundo, el hospital tiene las mismas 141 camas que siempre. “Obviamente en este momento se están haciendo total y completamente insuficientes para la demanda que tenemos, sobre todo en rehabilitación”, dijo Bolaños. Aunque mantienen un sistema bastante eficiente de hospitalización, de manera que cada día tienen entre cuatro y cinco camas libres, esas “se van en dos segundos porque con esa cantidad de gente que nos llega en urgencias”, añadió.
-Tercero, el edificio más antiguo no tiene rampas y, por las limitaciones de espacio, no es técnicamente viable colocarlas. En caso de incendio tienen sistemas de rociadores y de compartimentación, mediante el cual se cierran unas puertas antifuego que hay para que el fuego no se expanda.
En caso de un terremoto tienen un plan de emergencia de evacuación; pero lamentablemente la mayoría de los pacientes, especialmente en hospitalización, requieren entre dos y cuatro rescatadores por sus condiciones. “Hay que colocarlos en un colchón y mover el colchón por las escaleras. Hemos hecho simulacros de cómo evacuarlos; pero la infraestructura no cumple con lo que nosotros les quisiéramos dar. Tendríamos todo un reto en caso de tener que evacuar a todos los pacientes”, reconoció.
-Cuarto, en la parte de hospitalización, los baños están al inicio, por lo que el adulto mayor que está en el último cubículo tiene que ir al baño en la noche o en la madrugada tiene que viajar todo ese trayecto.
-Quinto, el área de consulta externa en la nueva torre ya se hizo insuficiente. “Tenemos 20 consultorios que ya no dan abasto. Eso no nos permite crecer para poder dar mejor atención y aceptar más pacientes. Es realmente bastante complicado”, indicó Bolaños.
-Sexto, solo existen dos quirófanos, donde tienen que operar cinco tipos de cirujanos, explicó la directora.
También, se requieren otros servicios como de ortopedia y de otorrinolaringología, por los numerosos problemas de audición.
¿Qué pacientes son atendidos en el Geriátrico? La edad promedio de los pacientes que se atienden aquí tienen entre 80 y 82 años, pero Bolaños aclaró que la edad de los adultos mayores no es el criterio.
“En sana teoría, siendo nosotros el hospital especializado, debemos ver a los pacientes con mayor número de comorbilidades, con más problemas funcionales; es decir, los más vulnerables”, expresó Bolaños.
Y añadió que son esos pacientes que usualmente “tienen más riesgo de complicaciones quirúrgicas, más deterioro desde el punto de vista funcional y cognitivo, y requieren una atención más especializada. Ese es el trabajo nuestro, que se recuperen y recuperen su independencia es para nosotros el objetivo más importante”, enfatizó.
Imagen con fines ilustrativos.
